Medellín fue la sede esta semana, de la II Cumbre Latinoamericana de la cultura Hip Hop. El encuentro tuvo como tema central la ‘Sostenibilidad, Hip Hop para la transformación social e identidad latinoamericana’.

Una grieta en el muro del pensamiento rígido. Así describe el artista cubano René Díaz (@elokuente), el aporte que la cultura Hip Hop ha hecho en la transformación de las concepciones políticas, sociales y culturales de su país.
El MC (o intérprete del Rap) que deja salir todo el sentimiento urbano a través de sus líricas, fue uno de los invitados a la II Cumbre Latinoamericana de Hip Hop ‘Sostenibilidad, Hip Hop para la transformación social e identidad latinoamericana’, organizada en la ciudad de Medellín (Colombia) por el Movimiento de Expresiones Latinoamericanas de Hip Hop – Melah, que reunió, además, a más de 80 exponentes de esta cultura nacida de las contradicciones sociales en la New York de la década de los 70.
Cuando se habla de Hip Hop y para comprender su papel protagónico en las transformaciones urbanas, es necesario aclarar que esta cultura contiene y es el padre de diversas expresiones artísticas o géneros: el DJ o Disc-Jockey, el MC (rap), el breakdance o Bboying y el grafiti; es decir más allá de la música, lleva en su vientre el canto, la danza, la pintura.

Para René Díaz, quien compartió con los demás artistas distintos espacios de la ciudad de Medellín donde la cultura Hip Hop ha aportado en la resistencia ante la estigmatización de los sectores populares, expresó a LA Network que, si bien en Latinoamérica las realidades urbanas son similares, considera a su país, a su Habana, “otra dimensión de esas realidades”.
“Cuba es una nación que está dominada por el partido comunista y eso lo hace vivir unas dinámicas distintas. Yo que vivo el rap desde el año 2000 a hoy, fui testigo de cómo se transformó la realidad social de La Habana. Recuerdo que para 2005, 2006 y 2007 había en la ciudad una efervescencia de nuevas propuestas no solo de los estilos de rap, de la música, sino de unas nuevas visiones de la realidad social que se nucleó en diversos grupos, uno de ellos el que yo integraba, Soldier Squad, que fuimos muy críticos, muy fuertes con el discurso oficialista”, relató Díaz.

Agrega que, a partir de esas reflexiones, este discurso creció tanto y se difundió, pasando de los jóvenes a los adultos, generando una transformación: “que la gente se cuestionara. Para mí ese fue el momento más saludable de la sociedad cubana”, recalca Díaz.
Un modo de cambiar paradigmas, de ser protesta social, reclamo político y revolcar las mentes adormecidas en cualquier ciudad latinoamericana. “Nosotros somos personas no piezas de tu ajedrez”, expresa el artista cubano en uno de sus Rap en los que recuerda los pelotones de fusilamiento que, según datos no concluyentes, sobrepasan las 7.000 víctimas en la era Castrista.
Pero además de ser una herramienta política, un grito ante los esquemas socio económicos, el Hip Hop también ha formado una gran tropa de gestores culturales y sociales que vienen actuando en las ciudades latinoamericanas. Uno de eso casos es Agroarte que lidera el rapero AKA de Medellín, movimiento que vincula además de jóvenes, a niños y mujeres adultas, estas últimas reunidas en lo que se ha denominado ‘El partido de las Doñas’. Este movimiento impulsa lo que llaman ‘Hip Hop Agrario’. AKA y su grupo movilizan a sus comunidades (la mayoría de ellas integradas por colombianos desplazados de los campos a las ciudades por el conflicto armado), transformándolas a través de la siembra de huertas urbanas, fomentando la solidaridad, el amor por la tierra, su tierra urbana y claro, levantando la voz en sus métricas para reclamar al Estado y a los actores armados, por los exabruptos históricos cometidos.

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Una sola Latinoamérica unida por el Hip Hop
Apolonia Guilarte, rapera y gestora social y cultural venezolana con 25 años en el Hip Hop, visitó en el marco de la Cumbre, la Comuna 13 de Medellín, asiento del trabajo social y cultural de Aka y su ‘Hip Hop’ Agrario. Este conjunto de barrios enclavado en las colinas occidentales de la ciudad nació como la mayoría de las comunidades, sin planificación. Sumando casas, muchas veces de madera y plástico y construidas por campesinos víctimas de la violencia que luego vivieron más violencias (estatal, de guerrillas, de paramilitares, del narcotráfico, de la delincuencia común) por causa de las condiciones sociales.
Hoy esta comunidad vive una transformación gracias, entre otros, a expresiones del Hip Hop, como el rap y el grafiti –ya es famoso internacionalmente el Grafitour-, que aportan social y económicamente a la comunidad.
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“Pude conocer junto a otros artistas la Comuna 13 y me explicaron su historia. Y yo me sentí en Caracas, esos peldaños son los mismos peldaños de Caracas, de Buenos Aires, de Río. La calle es la que hace que te reconozca la ciudad, con mucho dolor, con sus imprudencias, en general en las calles nos reflejamos, vemos nuestros errores y así transformamos las ciudades de Latinoamérica”, expresa Apolonia, pionera de los encuentros latinoamericanos de Hip Hop desde 2005.

Para esta venezolana, no ajena a las condiciones creadas por la crisis política y social de su país, el Hip Hop es un motor de transformación social urbano que hace renacer, a través del arte, a las comunidades. Afirma, con su más de dos décadas de trabajo en gestión cultural, que cuando se fomenta el arte, hay solidaridad, interés por el prójimo y por el bienestar del otro.
“Entonces eso hace que si hay un caso donde alguna persona trabaja el Hip Hop o desde el Hip-Hop, hay progreso y se genera la chispa en las personas que están cercanas a ellos. Y cuando se unen dos, tres personas o más grupos, pues las transformaciones son enormes”, recalca.
Finalmente, refiriéndose a la Cumbre, la venezolana explicó que estos encuentros tienen la función de promover el diálogo entre las expresiones artísticas del Hip Hop y de mezclar también las realidades de todas las ciudades de Latinoamérica que tienen mucho de común como dice la letra de alguna rima, “desde el río Bravo hasta la Patagonia”.